¿COMO MANTENER EL CONFORT DE LOS OCUPANTES DE UN EDIFICIO SIN ELEVAR LOS COSTES ENERGETICOS?
STANDARD ASHRAE 55-2013 – Thermal Environmental Conditions for Human Occupancy (ANSI Approved)
Mantener unas condiciones confortables para los ocupantes de un edificio y reducir, al mínimo, el consumo de energía es una cuestión de equilibrio para los ingenieros que diseñan sistemas y edificios HVAC&R. Una de las formas para lograr este equilibrio es con ayuda de los requisitos incluidos en el Standard 55 publicado por ASHRAE.
El Stándard 55 de ASHRAE “Thermal Environmental Conditions for Human Occupancy” (Condiciones Térmicas Ambientales para Uso Humano), incluye las combinaciones de factores térmicos ambientales y factores personales que producirán las condiciones ambientales térmicas aceptables para la mayoría de los ocupantes de un edificio. Se ha publicado una investigación que estudia el método utilizado para determinar el confort térmico incluido en la Norma 55 de ASHRAE. Esta investigación se incluía en el artículo, “Energy Consumption in Buildings and Female Thermal Demand”, publicado en Nature Climate Change. La investigación analiza el método utilizado para determinar el confort térmico incluido en la norma ANSI / ASHRAE Standard 55.
Mr Bjarne Olesen, Ph.D., miembro de la Junta de Gobierno de ASHRAE, experto, de fama internacional, en la investigación del confort térmico y ex presidente de la comisión estándar del Standard 55, comentó que:
La interpretación de los autores con respecto a la base de la Norma 55 no es correcta”. La parte de la norma a la que se están refiriendo se refiere al uso del índice PMV / PPD. Este método se toma de una norma ISO / EN 7730, que ha existido desde 1982. La investigación básica para el establecimiento de los criterios de confort en los ambientes interiores se hizo con más de 1.000 sujetos y con la misma proporción de hombres y mujeres.
En los principales estudios, en los que los sujetos hicieron el mismo trabajo sedentario y llevaban el mismo tipo de ropa, no hubo diferencias entre la temperatura preferida para los hombres y las mujeres. Así pues, el hallazgo de los investigadores de que las mujeres tenían una tasa metabólica más baja que los hombres, no influirá en las temperaturas recomendadas, incluidas en las normas existentes.
Además, este estudio no es concluyente. Sólo se estudiaron 16 mujeres haciendo una actividad sedentaria. Se debían haber estudiado, también, a 16 hombres realizando la misma actividad para poder comparar. La razón por la que, en algunos estudios de campo, se encontró que las mujeres prefieren temperaturas ambientes más altas que los hombres se atribuye al tipo de ropa utilizada. Las mujeres adaptan mejor su ropa a las condiciones de verano, mientras que los hombres todavía siguen usando traje y corbata. Así que si el termostato está configurado para satisfacer a los hombres, las mujeres se quejan de tener demasiado frío. En la norma, esta adaptación a la ropa de verano se puede tener en cuenta por lo que si se sigue la norma en estas condiciones, las mujeres estarían satisfechas; pero tal vez no los hombres.
El Presidente de ASHRAE Mr. David Underwood señaló que la norma 55 ha sido depurada y actualizada, continuamente, desde que se publicó por primera vez en 1966, por lo que refleja los cambios habidos en la industria y los resultados de las nuevas investigaciones cuando están disponibles. La Norma 55 se basa en un documento anterior desarrollado en 1938 por dos sociedades predecesoras de ASHRAE, titulado Code for Minimum Requirements for Comfort Air Conditioning.
“La norma sigue centrándose en definir la gama de condiciones térmicas ambientales aceptables para la mayoría de los ocupantes de un edificio, así como adecuar una variedad, cada vez mayor, de soluciones de diseño destinadas a proporcionar confort sin olvidar el respeto a la sostenibilidad de los edificios, imprescindible hoy en día “, ha comentado Mr. Underwood.
Por otra parte Mr. Olesen afirma que:
Los investigadores deberían haber consultado otros estudios y guías de orientación técnica. También deberían haber consultado el Manual de Fundamentos de ASHRAE, que explica los antecedentes de la norma y se refiere a las diferencias entre hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, etc., con referencias a la literatura existente sobre estos temas.
En su artículo, los investigadores Mr. Boris Kingma y Mr. Wouter van Marken comentan que “el consumo de energía de los edificios de viviendas y oficinas es responsable de un 30% de las emisiones totales de dióxido de carbono y el comportamiento de los ocupantes contribuye al 80% de la variación en el consumo de energía”.
Las normas ambientales interiores se basan en un modelo de confort térmico empírico que se desarrolló en la década de 1960. Los valores estándar para una de sus principales variables, la tasa metabólica, se basan en una media de esta tasa en hombres y pueden sobrestimar la tasa metabólica femenina hasta en un 35%. Esto puede hacer que los edificios no sean, intrínsecamente, energéticamente eficientes en la prestación de confort para las mujeres. Por lo tanto, instamos a utilizar las tasas metabólicas reales.