Artículo de Opinión

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El compromiso de ASHRAE con la descarbonización en la industria del data center: una revisión a la nueva versión del Standard 90.4

Por Ignacio Gómez – Cornejo, Presidente del ASHRAE Spain Chapter

Durante las últimas décadas ASHRAE ha venido publicando documentos y guías de mejores prácticas, así como “Standards”, siempre destinados a mejorar el diseño en los data center.

 

La última versión del Standard 90.4 (en su primera versión publicado en 2016) contiene un nutrido conjunto de actualizaciones, muy en el espíritu de estos tiempos de necesaria descarbonización; en estos breves párrafos queremos revisar las principales cuestiones que comprende esta nueva versión.

 

Por hacer memoria, el 90.4 es un Standard “hermano” del hoy ya clásico Standard 90.1, el cual promueve prácticas, en general, que buscan la alta eficiencia energética, tanto para la primera fase del diseño como para las subsiguientes de construcción y puesta en marcha. El 90.4 se menciona en el Standard 90.1 como el camino adecuado para demostrar que se emplean métodos, sistemas y equipamientos que de algún modo guarden o apunten a una elevada eficiencia energética.

 

Debido a que en muchos lugares del mundo se ha venido adoptando el Standard 90.1 como guía de referencia, a su vez el 90.4, de un modo natural, también se ha ido poniendo en valor como manual de referencia para los data center. Si bien es cierto que, más allá del 90.1, el 90.4 puede considerarse y aplicarse de forma completamente independiente, y es, por poner un ejemplo, una referencia directa en la versión de 2021 del International Energy Conservation Code (IECC).

 

Desde que el Standard 90.4 fuera publicado hace ya casi siete años, en el mismo se definieron sus objetivos, tal y como se indica en su prólogo

… de un modo que no puedan ahogar las posibilidades para la innovación en la industria de los data center, pero que sin embargo permitan ofrecer criterios para ayudar a garantizar el ahorro energético.

 

Los fundamentos del 90.4 recaen, por tanto, en definir el camino idóneo, así como una clara metodología, para lograrse la maximización de la eficiencia energética, pero para el caso muy específico de los data center, mientras que los requisitos de cumplimiento para los componentes “no de centros de datos” siguen estando contenidos en el citado 90.1.

 

El aspecto más importante del 90.4, y su principal diferencia con respecto a la meta buscada por la práctica “el más bajo PUE”, es que las métricas para la formulación de los rendimientos de los sistemas (ELC y MLC) se independizan en lo que respecta a pérdidas eléctricas y cargas mecánicas de la infraestructura de servicio, lo cual resulta útil en numerosas ocasiones, en cuanto a que permite conocer el peso relativo de cada una de las infraestructuras en la eficiencia global, así como abordar la búsqueda de mejores diseños parciales, reformas de operación o de construcción en una de las dos infraestructuras clave del DC.

 

A continuación, recogemos un resumen de las principales revisiones y actualizaciones vistas en los apéndices de esta nueva versión:

  • El apéndice “a” fomenta la recuperación de calor dentro de los data center, y formula ecuaciones para calcular la componente de carga mecánica anualizada (MLC).
  • El apéndice “b” aclara los requisitos en cuanto a créditos para los sistemas de energía renovable.
  • El apéndice “d” modifica la definición de UPS, para incluir así el UPS rotativo, y facilita un método de cálculo fiable para obtener el valor ELC.
  • El apéndice “e” aclara cómo lograr el cumplimiento del 90.4 cuando los sistemas compartidos, si los hubiere—como enfriadoras comunes, por ejemplo—, sirvan tanto al data center como al resto del edificio.
  • El apéndice “f” modifica los criterios a considerar en la envolvente del edificio data center, y cómo cuantificarlos para el cálculo del valor MLC.
  • El apéndice “h” recoge 4 cambios:
  1. Requiere sistemas UPS más eficientes como consecuencia de que los fabricantes hayan aplanado las curvas de funcionamiento.
  2. Ajusta los requerimientos mínimos de eficiencia en la distribución eléctrica hacia equipamiento IT, según niveles de carga más usuales en los data center.
  3. Requiere el examen de las curvas de los transformadores bajo condiciones similares que para el caso de UPS.
  4. Ajusta el cálculo de ELC a condiciones más realistas, eliminando términos que se consideran irrelevantes.
  • Por último, el apéndice “i”, actualiza la normativa de referencia.

 

Creemos que la actualización que trae esta nueva versión es acorde a los tiempos que corren, y es moderna y clara en la búsqueda de objetivos; actualiza aspectos de un Standard el cual sigue vivo y abierto, y que irá adecuándose en versiones sucesivas, según el avance de la técnica y el crecimiento de la propia industria.

 

Sin duda es un documento de referencia que todo profesional del mundo data center, bien en el campo de diseño o bien de operación, debe conocer, considerar y tenerlo como referencia en su desempeño profesional.

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